Gracias a Mª Luisa Pujol (periodista y responsable de comunicación Colección Josep M. Queraltó) conseguido un saloncito en el primer piso del Hotel Villa Emilia de Barcelona. Un espacio muy agradable para celebrar nuestro encuentro mensual de networking profesional.
Se rogaba máxima puntualidad y llegamos temprano. Había cambio en el formato, primero destinamos 30 minutos a hacer las presentaciones publicas de 2 minutos (lo que tardas en subir un ascensor) y después a realizar networking activo buscando sinergias, compartir conocimientos y contactos de las Eolers asistentes. Fue muy enriquecedor ver como cada una buscaba su valor diferencial en estos 2 minutos para llamar la atención.
.JPG)
Cae Piñol de Intuitiva comunicación gráfica nos cuenta sus impresiones:
Llegamos un poco tarde, así que nos perdimos las presentaciones. Algunas caras conocidas, algunas nuevas y algunas ausencias por imprevistos de última hora. Muchos nuevos proyectos, mucho entusiasmo. Risas, buen rollo y ganas de compartir. Hablamos de trabajo, contactos, trapitos, terapias, hijos, maridos, viajes, sueños, éxitos....Esa es la magia de un jueves de intercambio y esa es la riqueza de ser mujer.
Un beso a todas ellas, incluso las que no pudieron estar.
Y Begoña Castillo de >Rhumb<>
Al marcharme (era ya un poco tarde), me encontré en el ascensor con el camarero que nos atendió trayéndonos las bebidas.
Curioso, me preguntó que quienes éramos y qué habíamos hecho allí aquella tarde.
Me encontré, en un ascensor, con los 2 minutos (bueno menos, sólo una planta!), para explicarle que era [EO-L], y cuáles eran nuestros valores, intercambios y pretensiones.
Confesaros que seguimos charlando unos minutos, dado su interés, una vez en la planta baja del hotel (jaja). Quería consultar nuestra página web!! (jiji).
Le encantó lo que le expliqué del proyecto. Se preguntaba porqué los hombres no podían hacer algo similar, con ese “plus” de valor humano. Me comentaba que a él le gustaría…
Fue una experiencia grata y agradable, tanto la conversación, como representar en ese momento a nuestro grupo, como sus ánimos y felicitaciones por la propuesta, y el sincero apretón de manos...
Quería compartirlo con vosotras. Aún me río por la “prueba del ascensor”, que, de casualidad, me tocó pasar ayer.
