A
primera vista podríamos pensar que las personas que estaban bastantes ‘felices’
porque han conseguido‘su lata’. Existen fotos en el whatsapp, también
hay latas se han convertido en un artículo de regalo, otras que decoran
la habitación durante un tiempo, etc..
La
opinión del reponedor la he encontrado reflejada en el blog lascuatropes.com y
la comparto a continuación con vosotros:
El reponedor y sus
verdades como puños
Sí,
el reponedor. El que está presente en en el punto de venta y ve las reacciones
de los consumidores ante las diferentes campañas in situ. Al que se dirige la
gente para darle la opinión sobre la acción, el que tiene más datos que todas
las monitorizaciones del mundo, el que recibe información cualitativa sin hacer
entrevistas, el que sabe los pros y los contras de las campañas y la
repercusión en las ventas, e incluso el que sabe lo que hace el consumidor
cuando decide no comprar el producto y se va a la competencia y el por
qué, el que tiene una información que el director de marketing de
cualquier empresa mataría por tener… EL REPONEDOR.
Dice
que la acción de los nombres en las latas es un desastre para la marca y sus
resultados. Partamos de la base de que no es una persona con formación en
marketing y que, como cualquier otra persona ajena al sector, tiene la imagen de
que cualquier promoción busca únicamente el aumento de ventas. En mi opinión
una marca del nivel de Coca-Cola no busca un repunte de ventas con esta
promoción en concreto (no lo necesita, sinceramente), sino que se trata
de un tema de branding: ¿Cuántos niños de este país adornan su habitación
ahora mismo con una lata con su nombre vinculado al logo del refresco? Están
creando clientes fieles a perpetuidad.
Pero
hay cosas que a este reponedor no se le pueden negar, y son las consecuencias
negativas que está trayendo esta promoción para la marca y que me hizo saber:
- La
gente “desguaza” los packs que todos conocemos de 12 o 24 latas para
buscar una con un nombre en concreto, de manera que ese pack, como tal, queda
inservible.
-
Al desaparecer los packs, muchos clientes optan por coger 4 o 5 latas en lugar
del pack que suelen llevarse habitualmente por la facilidad de manejo, con
lo que se vende menos. Lo ha notado en la frecuencia en la que tenía que
acercar palés al punto de venta, ahora mucho menos frecuente.
-
Los restos de esos packs quedan desperdigados por el lineal, dando una
malísima imagen de la presencia del producto en el lineal. Este hecho
tiene aún más relevancia porque según me cuenta en Coca-Cola “son bastante
paranoicos” con el tema de encarar y frentear los productos en las baldas.
Hasta tal punto que a través de la app que utilizan para comunicarse con las
oficinas, los reponedores deben enviar fotos a través de smartphone sobre el
estado de los lineales diariamente.
-
A las personas mayores, que ni les va ni les viene esta promoción en muchas
ocasiones, el estado de los lineales les ocasiona hasta problemas a la hora de
acceder al producto. Me comenta que las mermas por latas caídas se ha elevado
muchísimo. Eso conlleva el manchar todo el suelo de refresco pegajoso hasta que
llega el servicio de limpieza. Más mala imagen.
-
Se terminó optando por colocar las latas sueltas de los packs en un carro del
centro comercial. Se ha pasado de un frenteado perfecto a que parezca un
producto de saldo.
-
El enfado entre los propios reponedores ha sido considerable porque se
ha dificultado muchísimo su trabajo. Y también forman parte de los públicos de interés de
Coca-Cola.
-
El reponedor opina que se debería haber hecho de otra manera, en un
stand diseñado para tal efecto que hubiese resultado mucho más efectivo (me
puso el ejemplo de los típicos stands con placas de nombres y su significado
o de matrículas con nombres propios, todos ordenados por orden alfabético).
Fuente
original: http://lascuatropes.com/2013/10/13/cocacola-campana-nombres/
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